Deuda Pública
de El Salvador
En este informe se hace un abordaje de la deuda en una perspectiva más
apegada a su relación con la capacidad o incapacidad de las finanzas públicas
de enfrentar este problema. En el análisis tradicional de los Organismos
Financieros Internacionales, se hace una relación entre la deuda del SPNF y el
PIB.
El parámetro de cuánto debe ser la deuda del SPNF con respecto al PIB cambia dependiendo si lo dice el FMI, la Banca Multilateral o la Unión Europea, al final se dice que ese parámetro debe rondar entre el 40% y el 60%. De acuerdo a nuestra lectura de este problema de la deuda ningún país desarrollado cumple este parámetro, sus niveles de endeudamiento son inmensamente superiores. Es más si un país tiene moneda propia la importancia del nivel de este parámetro cambia en cuanto a la reacción de los mercados de financiarlos o no, por ejemplo, para Japón y los Estados de Unidos de Norteamérica con niveles entre más del 100% y hasta del 200% o más, los Estados se siguen endeudando y sin duda su deuda ya es impagable.
Para el caso de los países que dependen del mercado internacional de capitales y además no tienen moneda, las exigencias son mayores y se exige que el parámetro no llegue al 60% y si es posible que se mantenga en el 40%. En ese contexto la deuda del Sector Público no Financiero según el Gráfico 1, está en los límites, pero todavía es manejable, sólo que se pide que el déficit fiscal se reduzca para quitarle dinamismo a la deuda, y siempre garantizar el servicio de ésta. Así se habla que el para el año 2014 la deuda llegó a los 14,535 millones de dólares y representaba un 57.4% del PIB; además se argumenta que sin la deuda previsional, los Certificados (CIP) A, que ha emitido el Gobierno desde el año 2006, esta relación deuda PIB, se reduce al 45.4%, lo que significa que las finanzas públicas estarían bien si este problema de las pensiones se elimina.
Desde nuestro punto de vista el análisis anterior no refleja la realidad del problema de la deuda del SPNF, por dos temas que introducimos en el análisis que se encuentran reflejados en el Cuadro No.1. En primer lugar acá incorporamos la Deuda Previsional que realmente tiene el Estado, más allá de las emisiones que ha hecho hasta ahora de los Certificados (CIP) A, para atender el tema de los traspasos de la nivelación de las pensiones del Sistema Privado de Pensiones en relación a las pensiones que se les paga a los que están pensionados en el Sistema Público de Pensiones.
El parámetro de cuánto debe ser la deuda del SPNF con respecto al PIB cambia dependiendo si lo dice el FMI, la Banca Multilateral o la Unión Europea, al final se dice que ese parámetro debe rondar entre el 40% y el 60%. De acuerdo a nuestra lectura de este problema de la deuda ningún país desarrollado cumple este parámetro, sus niveles de endeudamiento son inmensamente superiores. Es más si un país tiene moneda propia la importancia del nivel de este parámetro cambia en cuanto a la reacción de los mercados de financiarlos o no, por ejemplo, para Japón y los Estados de Unidos de Norteamérica con niveles entre más del 100% y hasta del 200% o más, los Estados se siguen endeudando y sin duda su deuda ya es impagable.
Para el caso de los países que dependen del mercado internacional de capitales y además no tienen moneda, las exigencias son mayores y se exige que el parámetro no llegue al 60% y si es posible que se mantenga en el 40%. En ese contexto la deuda del Sector Público no Financiero según el Gráfico 1, está en los límites, pero todavía es manejable, sólo que se pide que el déficit fiscal se reduzca para quitarle dinamismo a la deuda, y siempre garantizar el servicio de ésta. Así se habla que el para el año 2014 la deuda llegó a los 14,535 millones de dólares y representaba un 57.4% del PIB; además se argumenta que sin la deuda previsional, los Certificados (CIP) A, que ha emitido el Gobierno desde el año 2006, esta relación deuda PIB, se reduce al 45.4%, lo que significa que las finanzas públicas estarían bien si este problema de las pensiones se elimina.
Desde nuestro punto de vista el análisis anterior no refleja la realidad del problema de la deuda del SPNF, por dos temas que introducimos en el análisis que se encuentran reflejados en el Cuadro No.1. En primer lugar acá incorporamos la Deuda Previsional que realmente tiene el Estado, más allá de las emisiones que ha hecho hasta ahora de los Certificados (CIP) A, para atender el tema de los traspasos de la nivelación de las pensiones del Sistema Privado de Pensiones en relación a las pensiones que se les paga a los que están pensionados en el Sistema Público de Pensiones.
Según cálculos de las instituciones públicas la deuda previsional del Estado a valor presente año 2013, totalizaba 24,028 millones de dólares, lo que hace que la dimensión real de la deuda del SPNF sume en el año 2014, $39,725 millones de dólares, lo que hace que la relación PIB con la deuda del SPNF se dispare al 156%, lo que ya nos enciende una alarma real de la gravedad del problema de la deuda, como ven el verdadero problema significa un 99% más de endeudamiento en relación a las cifras oficiales del Ministerio de Hacienda. Este problema desde nuestro punto de vista a partir de los análisis que hemos sistematizado sobre este tema, es que no se puede corregir del problema de la deuda previsional si se mantiene de hecho el sistema mixto existente, donde el Sistema Privado de Pensiones de ahorro individual es el que seguiría existiendo y el Sistema Público de Pensiones desaparecería cuando muera el último trabajador o trabajadora que ahora reciben pensiones directos de la Hacienda Pública. No discutimos acá este problema pero si estamos elaborando una segunda versión de nuestro análisis, que pueden encontrar en la cartaeconómica.com.
El segundo punto que introducimos es el problema de la tendencia del servicio de la deuda, antes recordar, que según nuestros análisis sustentados por las cifras oficiales, entre el año 2000 y 2014, el Estado ha pagado un servicio de la deuda acumulado de $23,413, millones de dólares, no obstante su deuda se ha incrementado de $4,816 millones a $39,725 en el año 2014, esto incluyendo la deuda previsional y sin ésta igual se ha incrementado a $15,697 millones, claramente el Estado está en una trampa de la deuda sin solución en los parámetros o políticas con que se está manejando este problema. El servicio de la deuda en el año 2000 fue de 813 millones de dólares, ya era una dificultad este representó casi el 6.2% del PIB, ahora representa el 6.7%, esta relación argumentan los organismos financieros internacionales y el Ministerio de Hacienda todavía es manejable, esto debe verse con cuidado dado que el monto del servicio es variable en una tendencia a incrementarse, así podemos ver que en el año 2009 este porcentaje llegó al 11.1%. Más adelante hacemos un análisis más profundo sobre este tema.
*Datos de servicio de la deuda interna y externa a septiembre
2014.
Deuda externa e interna tomado de la Revista Trimestral del Banco Central de Reserva,
Deuda externa e interna tomado de la Revista Trimestral del Banco Central de Reserva,
Deuda Previsional para el 2013 fue de $24,028 al
valor actuarial calculado por el Gobierno generalizado para el 2014, cabe
destacar que para los años anteriores el monto de deuda contraído cuando se
privatizaron las pensiones totalizaba 24,043
millones de dólares, cuya deuda al valor presente sería de 24,028 millones de
dólares.
2/ Servicio de la deuda tomado de la Revista Trimestral del
Banco Central de Reserva.
Hacemos un análisis que relaciona directamente la deuda y el servicio de ésta con los Ingresos Tributarios del Estado, sobre la base que la fuente propia y casi exclusiva del Estado pare enfrentar este problema son dichos ingresos, aparte de esto el único recurso que tiene es contraer más deuda para pagar la deuda, como ya sucede desde hace muchos años y nos ha llevado a la trampa de la deuda ya mencionada. (Para un análisis a fondo de este enfoque ver La Trampa de la deuda del sistema capitalista ).
El análisis lo haremos en el período 2009-2014, año en que ya el
problema de iliquidez del Estado era de un nivel estructural profundo y
virtualmente insostenible de parte del Estado, pero que lo ha venido
sosteniendo con más deuda manteniendo a la población en una presión constante
de reducción de subsidios, de subir y bajar los programas sociales, sin que el
Estado pueda ser un factor importante para generar empleo, inversión; además
de mantener un presupuesto de carácter recesivo desde las perspectivas de
crecimiento de la economía y aplicando las medidas neoliberales clásicas que
recomienda el FMI.
El año 2009 la deuda del SPNF ya representaba el 3674% de los
Ingresos Tributarios, el Estado debía 3.64 veces los ingresos tributario (los
ingresos de casi cuatro años), sin duda este relación ya demuestra claramente
la incapacidad del Estado para poder pagar su deuda sin recurrir a más
endeudamiento y seguir profundizando al trampa de la deuda, hasta la llegada a
una insolvencia total, cuando ya no le quieran prestar, con el agravante que ya
con estos parámetros cada vez la nueva deuda es más cara, por ser más riesgosa
para los organismos financieros multilaterales y el mercado mundial de
capitales.
Para nosotros el problema se manifestó con toda claridad cuando
relacionamos el servicio de la deuda con los ingresos tributarios. El 2009 que
como ya se mencionó fue el más grave, año en que ARENA perdió el ejecutivo y
había llevado al gobierno
a una situación de insolvencia total, lo cual lo resolvieron todos los partidos
incrementando sólo ese año en 1,450 millones de dólares la deuda, además de
haber reorientado préstamos por más de 1,200 millones para resolver el problema
del servicio de la deuda de ese año y sacar
la caja del estado de la quiebra total en que se encontraba.
El 2009 el servicio de la deuda equivalió al 84% de los ingresos tributarios, en el período hasta el 2014, este porcentaje ha disminuido hasta un 42% en el año 2014 y las proyecciones para el 2015 expresan el mismo porcentaje. Sin duda esta relación termina de demostrar la incapacidad de pago y lo insostenible de este problema, que sin duda exige que el Gobierno haga toda una renegociación más allá de estar renegociando plazos, el Gobierno debería entrar en un proceso de renegociación que incluya moratoria, condonación y buscar fuentes alternativas de financiamiento fresco con otros parámetros de negociación diferentes a los de la Banca Multilateral y los Mercados Financieros internacionales, donde se está negociando la mayoría de la deuda nueva a partir de la emisión de los Eurobonos, en unos términos totalmente insostenibles para el país.
El 2009 el servicio de la deuda equivalió al 84% de los ingresos tributarios, en el período hasta el 2014, este porcentaje ha disminuido hasta un 42% en el año 2014 y las proyecciones para el 2015 expresan el mismo porcentaje. Sin duda esta relación termina de demostrar la incapacidad de pago y lo insostenible de este problema, que sin duda exige que el Gobierno haga toda una renegociación más allá de estar renegociando plazos, el Gobierno debería entrar en un proceso de renegociación que incluya moratoria, condonación y buscar fuentes alternativas de financiamiento fresco con otros parámetros de negociación diferentes a los de la Banca Multilateral y los Mercados Financieros internacionales, donde se está negociando la mayoría de la deuda nueva a partir de la emisión de los Eurobonos, en unos términos totalmente insostenibles para el país.
Esto nos tiene en una investigación de la deuda para hacerle una
auditoría que consideramos es fundamental para la renegociación de ésta en los
términos que hemos mencionado. Hay ejemplos de este tipo de negociaciones, lo
hizo Ecuador con grandes resultados positivos para el país, Argentina igual
esto le permitió salir de la crisis que enfrentaba, de hecho Grecia está en esa
línea, aunque todavía no ha tenido los resultados deseados.
Ahora tocaremos este problema desde el ángulo del presupuesto
del Estado y el peso que tiene en éste el servicio de la deuda, los programas
sociales y los subsidios. Es conocido por todos que las políticas dentro del
modelo neoliberal que de hecho ha impuesto el FMI
(con la hipócrita justificación de sus funcionarios que al final son los
representantes del gobierno los que toman las decisiones, ellas las proponen,
no hacen una cohesión), para garantizar el pago de la deuda y reducir el
déficit fiscal al absurdo, como ya lo mencionamos, presiona por reducir
subsidios y programas sociales, bajo el argumento de ser responsables de la
crisis financiera del Estado, esto igual lo defiende toda la derecha de este
país, FUSADES, ANEP, y muchos economistas y la mayoría de políticos en el país.
En el año 2009 el servicio de la deuda significó el 63% del
presupuesto votado, es decir, aprobado por la Asamblea Legislativa, mientras
que los subsidios apenas representaban el 2% y los programas sociales el 8%. El
año 2014 estos porcentajes se movieron a un 36% el servicio de la deuda, al 3%
los subsidios y al 7% los programas sociales. No se necesitan muchas luces para
darse cuenta que el problema de las finanzas públicas, es un resultado del servicio
de la deuda en cuanto al gasto, no obstante las presiones externas tienen al
Estado en una política de reducir subsidios y programas sociales, que se puede
ver a partir del año 2012. No hay que subsidiar a los que pueden pagar el gas,
la luz, los programas sociales son ineficientes, dicen los defensores del
neoliberalismo y lastimosamente se está en esta.
Como ya hemos mencionado esto además de tener una connotación antisocial dada las condiciones de pobreza de la población y la inmensa fiscalidad de los hogares pobres y sectores medios del país, es una política de carácter recesivo, que nos tiene precisamente en este lento crecimiento sin salida. Veamos el problema de la deuda desde otro ángulo, relacionando el servicio de la deuda con los programas sociales, los subsidios y la Inversión social que incluye los gastos del Estado, en salud, educación y las transferencias a los gobiernos municipales.
En primer lugar decir que claramente la inversión en programas sociales y subsidios son realmente marginales a la par del servicio de la deuda del SPNF. En cuanto a la Inversión Social, en la medida que el gobierno ha incrementado el gasto en educación y salud, igual en los traslados a los gobiernos municipales, la Inversión Social ha presentado una tendencia a superar lo invertido en el servicio de la deuda, no obstante es de rescatar que aún el año 2014 donde la inversión social llega a su nivel más alto y representando el 124.5% del servicio de la deuda, esto ha sido producto de un leve incremento en esta inversión, pero sobre todo por una disminución del servicio de la deuda la cual no tiene un patrón normal de comportamiento por la forma como ha sido negociado su pago, esto fundamentalmente en cuanto al pago de la deuda de los Eurobonos; lo mismo se refleja en el año 2015 según el presupuesto votado.
Es importante decir que los niveles de inversión en educación y salud en el país todavía son muy bajos en relación a los niveles de inversión en estos sectores en la mayoría de países de América Latina. Sin duda una conclusión de este cuadro es que el servicio de la deuda es un factor negativo para la inversión social en el país, al igual que los subsidios son marginales a la par del gasto de la deuda.
Como ya hemos mencionado esto además de tener una connotación antisocial dada las condiciones de pobreza de la población y la inmensa fiscalidad de los hogares pobres y sectores medios del país, es una política de carácter recesivo, que nos tiene precisamente en este lento crecimiento sin salida. Veamos el problema de la deuda desde otro ángulo, relacionando el servicio de la deuda con los programas sociales, los subsidios y la Inversión social que incluye los gastos del Estado, en salud, educación y las transferencias a los gobiernos municipales.
En primer lugar decir que claramente la inversión en programas sociales y subsidios son realmente marginales a la par del servicio de la deuda del SPNF. En cuanto a la Inversión Social, en la medida que el gobierno ha incrementado el gasto en educación y salud, igual en los traslados a los gobiernos municipales, la Inversión Social ha presentado una tendencia a superar lo invertido en el servicio de la deuda, no obstante es de rescatar que aún el año 2014 donde la inversión social llega a su nivel más alto y representando el 124.5% del servicio de la deuda, esto ha sido producto de un leve incremento en esta inversión, pero sobre todo por una disminución del servicio de la deuda la cual no tiene un patrón normal de comportamiento por la forma como ha sido negociado su pago, esto fundamentalmente en cuanto al pago de la deuda de los Eurobonos; lo mismo se refleja en el año 2015 según el presupuesto votado.
Es importante decir que los niveles de inversión en educación y salud en el país todavía son muy bajos en relación a los niveles de inversión en estos sectores en la mayoría de países de América Latina. Sin duda una conclusión de este cuadro es que el servicio de la deuda es un factor negativo para la inversión social en el país, al igual que los subsidios son marginales a la par del gasto de la deuda.
Deuda pública de
El Salvador ha crecido casi 500% en 20 años
En 1995, la deuda del Estado salvadoreño
ascendía a 3 mil 513.2 millones de dólares; hasta septiembre de este año, este
monto supera los 16 mil millones de dólares.
Muchos hemos escuchado decir que en el
último quinquenio la deuda pública de El Salvador se elevó a números nunca
vistos en la historia del país. Asimismo, muchos han hablado de que la
capacidad adquisitiva de los salvadoreños ha disminuido, mientras el costo de
la vida ha ido en aumento. Pero lo cierto es que el Estado salvadoreño ha
acrecentado la deuda pública de manera disparada en los últimos años casi en un
500 por ciento.
En palabras del Banco Interamericano de
Desarrollo (BIS), el endeudamiento o la deuda pública se refiere a las
“obligaciones de pago contraídas por una nación, empresa o persona”, es decir,
el endeudamiento se convierte en una especie de deuda, la cual obliga al deudor
a pagar en un plazo determinado, y en su mayoría con intereses por el tiempo
que dura la deuda.
Por su parte, la Fundación Salvadoreña
para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) asegura que “el endeudamiento es la capacidad de
prevenir y tener la disposición necesaria para llevar a cabo futuras rentas,
dependiendo de la solidez económica y de la capacidad laboral. Este fenómeno es
causado por los cambios en variables económicas como la eficacia del sistema
financiero, los tipos de interés de los préstamos y el ambiente de confianza
para llevar a cabo las operaciones”. Y tal parece que los dirigentes
salvadoreños saben muy bien endeudarse, sobre todo en los últimos años, pues la
deuda pública salvadoreña ha reflejado un incremento exponencial.
Para el Banco Mundial, la deuda pública
“es aquella que tiene el Estado con los ciudadanos, países u organismos
financieros internacionales. Es la suma de deudas que tiene el Estado y puede expresarse
como cuantía o porcentaje sobre el Producto Interno Bruto (PIB)”. Entre el 1995
y el 2015, según las estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR), la deuda pública pasó de 3 mil 513.2 millones de dólares
a 16 mil 249.3 millones de dólares, hasta septiembre de este año. Es decir, en
las últimas décadas El Salvador ha aumentado sus deudas en casi un 500 por
ciento, siendo los años 2001, 2002, 2003, 2008, 2009, 2011 y 2012 los períodos
que reflejaron un incremento considerable en los saldos finales al 31 de
diciembre de cada año en mención.
Cómo repercute en un país el alto
endeudamiento público
La Fundación Nacional para el Desarrollo
(Funde), en su informe ‘El
Salvador: análisis de sostenibilidad fiscal’, asegura que “el elevado
endeudamiento es nocivo para el progreso social y el crecimiento económico.
Desde el 2009, la situación de la sostenibilidad fiscal se ha visto
deteriorada, entre otras razones, por el bajo crecimiento de la economía
salvadoreña, el impacto de la crisis internacional que provocó una caída
considerable en los ingresos fiscales que llevó a financiar el gasto mediante
endeudamiento”, sostiene la institución. También reitera que algunos países,
como el caso de El Salvador, al no disponer de riquezas naturales solo pueden
recurrir a impuestos, donaciones y deudas para lograr salir a flote.
Muchos bienes y gastos del Estado
significan “un costo elevado para que sean º los países recurren a la
contratación de deuda para poder financiarlos, con la esperanza de que en el
futuro estos bienes aumentarán la capacidad de la economía de generar los
recursos suficientes para repagar dicha deuda y sus intereses. En esta
categoría entran principalmente las obras de infraestructura física como
carreteras, puertos, represas, escuelas, hospitales y otras edificaciones”,
afirma Funde con respecto de las motivaciones y usos que generan la deuda
pública.
Al respecto, Fusades asegura que “el
endeudamiento también es un instrumento de la política monetaria y fiscal de
los Estados. Gracias a la compraventa de títulos de deuda pública, un Estado
puede aumentar o reducir la cantidad de dinero en circulación. Si hay inflación
sobra dinero en el mercado. El Estado puede vender deuda pública (cambiar
títulos por dinero) para así reducir la cantidad de dinero en circulación. Si
hay deflación el Estado puede comprar los títulos de deuda pública (dar dinero
a cambio de ellos) para aportar más dinero al mercado”, asegura esta entidad.
Conclusiones y Recomendaciones
Los
déficits fiscales y las deudas son idénticos al ahorro privado y a la riqueza,
y como tales, son variables endógenas que los gobiernos no pueden controlar,
contradiciendo a las propuestas de regulación fiscal basada en reglas fiscales
o leyes de responsabilidad fiscal.
La
deuda de El Salvador ha aumentado significativamente en los últimos años y se
encuentra en una trayectoria ascendente en la actualidad como consecuencias de
una trampa de bajo crecimiento estructural de alrededor de 1.9% y de efectos
coyunturales en el manejo del gasto público Los responsables políticos deben
equilibrar los costos y beneficios relativos de implantar una política de
austeridad en un momento de bajo crecimiento económico
Crear
oportunidades del crecimiento no es una condición sine qua non si no se asegura
el acceso igualitario de dichas oportunidades a todos los segmentos de la
sociedad independiente del género, localización territorial y estrato
socioeconómico. El transitar al desarrollo económico debe asegurar el
crecimiento económico inclusivo
Obed
Isaid Salguero Escobar
1108072003